DECOMISO
Fotografías, archivo y estanterías metálicas, dossiers,
video digital, sonido analógico
(loops de audio y video no sincronizados)
SLYZMUD, BUENOS AIRES 2016-17
ASU ART MUSEUM, ARIZONA 2018-19
CCK, BUENOS AIRES 2020-21
Pero además de los ejemplares con nombre propio, y de aquellos que a esta altura son más leyenda que realidad, de Campo del Cielo se extrajeron miles de otras piezas de menor peso y escala: meteoritos pequeños, fragmentos, esquirlas y desprendimientos de masas mayores que, debido a su elevado valor y fácil transportabilidad, suelen convertirse en mercadería de contrabando. Así, junto a la religión, la industria y la ciencia, se acomoda otro vector de gestión material y simbólica que opera sobre los cuerpos asteroidales: la ley.
Decomiso aborda los aspectos legales de Campo del Cielo y se enfoca en instigar la protección patrimonial de la materia celeste. Luego de un allanamiento llevado adelante por la Fiscalía de Estado de Santiago del Estero, en junio de 2014, 405 piezas incautadas quedaron a la espera de ser pesadas, clasificadas y rotuladas, tal y como exigía la ley provincial de preservación, sancionada hacía no mucho tiempo pero jamás aplicada. Curiosamente, no fue sino la intromisión de la voluntad artística la que consiguió que estos artículos se cumplieran por primera vez en la historia.
A lo largo de tres días de trabajo, y junto a un equipo de trabajo compuesto por diez personas puestas a su disposición por la fiscalía, Faivovich & Goldberg movieron, limpiaron, amolaron y rotularon las piezas, llevando a cabo un proceso de pesaje y registro in situ de todo el material extraterrestre decomisado y adoptando una posición operativa trivalente que los ponía al mismo tiempo en el lugar de artistas, investigadores y auxiliares de la justicia.
Los meteoritos tienen una relación particular con el mundo de lo visible: cuando son asteroides, flotando entre las órbitas de Marte y Júpiter, resultan virtualmente invisibles; cuando atraviesan la atmósfera en forma de meteoros, se vuelven destellos efímeros que iluminan los cielos durante apenas un instante; luego de impactar en la superficie terrestre, su destino es quedar enterrados en mausoleos secretos, intraterrenos; cuando son archivados en dependencias estatales, museos y universidades, no se los puede ver sin una clave puntual de acceso.
Los 405 cuerpos registrados en esta obra eran piezas anónimas de Campo del Cielo que, en su indexación y nombramiento técnico, logran representar a miles de otras rocas espaciales desaparecidas por acción u omisión humana, lotes y especímenes absorbidos por el mercado negro internacional que quizá no vuelvan a ser divisados jamás.
Mediante la épica del concepto convertida en ley, Decomiso fija los meteoritos al momento exacto en el que son gobernados por la total estabilidad de lo que puede ser visto.